domingo, 26 de marzo de 2017

RECABARREN, LOS COMUNISTAS, EL PARLAMENTO Y LA CONSTITUCIÓN.

La historia parlamentaria del Partido Obrero Socialista (Partido Comunista), se inicia en los albores del siglo XX, cuando en  las elecciones de 1906 Luis Emilio  Recabarren es elegido Diputado por Tocopilla, aún militante del Partido Demócrata. Como es sabido, producto de una maniobra política nunca llegó a ocupar su sillón en el Parlamento.  La oligarquía no permitió que un hijo de la clase obrera ingresara al sacrosanto parlamento, dominado sin contrapeso por las clases dominantes. 

Pero, no hubo que esperar muchos años. En 1921 Recabarren fue electo Diputado por Antofagasta, como miembro del Partido Obrero Socialista, perseverando en su campaña reivindicativa y de difusión de los ideales socialistas, llamando a la unión y lucha de los trabajadores.


Recabarren en 1922 escribe un sugestivo artículo en el Diario “La Federación Obrera”, de Santiago, en el que expresa su opinión sobre el rol de los comunistas en el Parlamento. Dice Recabarren: “Un representante comunista no va al Congreso a hacer política, a cooperar con los burgueses, a pedir empleos, a mendigar sueldos, o a intrigas entre pasillos”... ”El parlamentario comunista investido de la representación de un Partido serio que encierra en sí las aspiraciones y la voluntad de las masas ya no sumisas; va a la Cámara a destruir, a despedazar con su crítica libre y severa, la dialéctica jesuítica y sofista, de los representantes burgueses; y a iluminar, con el resplandor de la doctrina comunista los problemas vitales que nos acosan”...”Los que confunden, al Diputado comunista con el Diputado burgués, no saben lo que dicen”.

“El Partido Comunista desde hace un año, tiene en el Parlamento, dos representantes”, recuerda Recabarren, y reafirma que en la Cámara...”los intereses de los trabajadores han sido defendidos con calor; el entusiasmo revolucionario se levanta hasta en los ranchos de paja y de terrón de nuestros trabajadores rurales, hasta donde ha llegado la palabra de nuestros diputados comunistas; y la fe en días mejores se enciende en los cerebros de todos los que sufren, de todos los que padecen, de todos los que penan, como la promesa de una vida nueva. Nuestros compañeros actúan en las Cámaras con el aplauso unánime, con la aprobación más entusiasta, de la verdadera masa laboriosa de la nación”.
Recabarren no fue el único parlamentario, otros destacados dirigentes obreros, fueron Diputados, como Luis Víctor Cruz, Salvador Barra Wolff y decenas  de otros hombres y mujeres que en cien años del Partido Comunista han defendido los intereses de los trabajadores desde todos los frentes y en todas las circunstancias.

Ya en 1912,  en el “Despertar de los Trabajadores”,Recabarren escribe un memorable artículo titulado “El Socialismo”, en el cual refiere la responsabilidad de la minoría socialista en el Congreso, dice ”Mientras los socialistas están en minoría en el Congreso su acción más importante será la fiscalización a los actos incorrectos y la crítica a los defectos de la organización presente”….”En la creación de las Leyes, los socialistas gastarán todos los empeños posibles por introducir todo aquello que concurra a salvar al proletariado de la rapacidad burguesa”. Y continúa, “Si la minoría socialista puede, introducirá sus leyes propias y librará la batalla para convertirlas en leyes efectivas…dentro de esta acción la minoría socialista va obteniendo ventajas. Las primeras leyes conquistadas servirán de base y apoyo para sobre ellas conquistar otras”.

Para Recabarren la lucha política del proletariado se basaba en la fuerza de la organización, en la movilización de las masas, en el ocupar pertinazmente todos los espacios de poder que puedan ir conquistando a través de sus luchas.

En estas circunstancias, en 1921  los socialistas presentan a los trabajadores un proyecto de Nueva Constitución. “A modo de estudio y propaganda, ofrecemos a nuestros lectores y federados, un proyecto de lo que a nuestro juicio podría ser la NUEVA CONSTITUCION DE CHILE, que ojalá en todas partes haya quienes lo estudien y lo perfeccionen, para que cuando la Federación Obrera de Chile tenga suficiente capacidad, pueda hacerlo ley de la República”.

Es el primer intento de reforma constitucional, surgido desde las clases populares para reformar la Constitución oligárquica de 1833, antes de que se aprobara la Carta Fundamenta de 1925. Se basaba en un concepto de República Federalista, compuesta por  Asambleas Industriales, que reunían sectorialmente a toda la sociedad, obreros, campesinos, intelectuales, pequeños propietarios; por los Municipios como representación del poder territorial, y una Asamblea Nacional. En estos componentes vivos de la sociedad residía la soberanía popular, en la visión de construir un Estado Social. Obviamente fue un intento fallido, pero por primera vez se tuvo conciencia desde el mundo popular de la necesidad de tener una Constitución que representara los intereses del conjunto de la sociedad y no solo de la oligarquía como dueños del poder.

En comentarios a este proyecto Recabarren reconocía que, “De las Cámaras legislativas nada, absolutamente nada se puede o se debe esperar. Las cámaras compuestas de burgueses explotadores del pueblo jamás permitirán que triunfe una mayoría obrera ni menos que se hagan leyes que efectivamente produzcan el permanente bienestar que necesitan las multitudes trabajadoras”. Los burgueses harán leyes que nos engañen o nos entretengan, pero nunca harán leyes de  veras nos beneficien…..Este proyecto de Constitución que entregamos a la consideración popular no será ley jamás por un parlamento burgués.”

96 años después, el pueblo de Chile se enfrenta a otro desafío inmenso, el poder dar a Chile una Nueva Constitución, a través de una Asamblea Constituyente, que deshaga los nudos autoritarios dejados por la dictadura y la nueva oligarquía neo liberal.

Ver: Reforma constitucional de LER. 


Ronald Wilson

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