En noviembre de 2015 llegó al
poder en Portugal el Primer Ministro António Luís Santos da Costa, jurista, Alcalde de Lisboa entre 2007 y 2015, y Secretario General del Partido Socialista.
El Partido Socialista portugués
consiguió sustituir al conservador Pedro Passos Coelho gracias a un acuerdo con
el Partido Comunista de Portugal y el Bloque de Izquierda. Un pacto de gobierno
del que han nacido iniciativas legislativas que han logrado recuperar parte de
los derechos destruidos por las exigencias de la Troika europea durante las
últimas dos legislaturas, tal como le sucedió en Grecia.
El actual Gobierno de la
coalición de izquierda, ha logrado
paliar los recortes salariales, ha devuelto la esperanza en un futuro
promisorio, del que aparece como el país más atrasado de la Unión Europea. La
mayoría de medidas adoptadas han sido conseguidas por la presión popular y gracias
al acuerdo histórico entre socialistas, comunistas y el Bloque de Izquierda. Es
la experiencia de una izquierda exitosa.
Portugal, la democracia olvidada
de Europa, está ante una experiencia política estimulante, de la que no se
habla suficientemente fuera de Portugal. Sin embargo, la izquierda europea y latinoamericana,
podría mirarse en ella y plantearse
explorar vías similares para sus países.
El gobierno se sustenta
políticamente en 86 diputados socialistas, a los que se suman los 19 del Bloque
de Izquierda y 17 Diputados del Partido Comunista Portugués (PCP), asociado con
el partido de los Verdes. En total suman 123 diputados que representan la
mayoría absoluta de la Asamblea de la República.