LA LARGA CRISIS TERMINAL DEL
MODELO RENTISTA PETROLERO VENEZOLANO Y LA PROFUNDA CRISIS QUE ACTUALMENTE
ENFRENTA EL PAÍS. [i]
En este texto no voy a intentar
siquiera un somero balance del proceso bolivariano con sus muy importantes
logros nacionales y regionales y las numerosas contradicciones, errores y
limitaciones que han caracterizado a este intento de una radical transformación
anticapitalista. Me referiré fundamentalmente a la intensa crisis que
actualmente enfrenta el país.
Después de más de una década de
profundas transformaciones políticas y sociales, Venezuela está viviendo hoy su
crisis más grave desde las guerras civiles del siglo XIX. Los importantes
logros del proceso bolivariano están en peligro. La economía se derrumba, la
pobreza, la desnutrición y las tasas de mortalidad están aumentando. La polarización
política y la violencia podrían conducir a una guerra civil. Todo esto está
agravado por el creciente aislamiento internacional debido, entre otras cosas,
al giro a la derecha de los gobiernos de Brasil y Argentina, y acciones
imperialistas como el bloqueo financiero y las amenazas de intervención militar
realizadas por Donald Trump.
La crisis venezolana no es nueva.
El país ha estado experimentando una profunda crisis económica y política
estructural durante las últimas cuatro décadas. Es la crisis terminal del
modelo petrolero rentista, estatista y clientelar que ha caracterizado a la
sociedad venezolana desde hace muchas décadas. Sin embargo, este modelo
rentista extractivo tuvo un nuevo soplo de vida con el liderazgo carismático de
Chávez, la legitimidad proporcionada por la Constitución de 1999 y los altos
precios del petróleo de los primeros años de este siglo. Una vez más, parecía
que los precios del petróleo sólo podían ir hacia arriba. Los ingresos
procedentes del petróleo fueron vistos en el corto y mediano plazo, como la
fuente de los recursos necesarios para la transformación de la sociedad
venezolana. Durante los años del proceso bolivariano no se tomaron medidas
significativas de transformación de la estructura productiva del país. Por el
contrario, se profundizó el rentismo petrolero hasta que el petróleo alcanzó el
96% del valor total de las exportaciones. Hoy el país es más dependiente que
nunca en su historia de las importaciones, incluso de alimentos básicos y
suministros médicos.
Las políticas sociales que
mejoraron sustancialmente las condiciones de vida de los sectores populares y
las importantes iniciativas hacia otros países de América Latina, la
cooperación y la solidaridad llevada a cabo por el gobierno venezolano, fueron
posibles gracias a un extraordinario auge de la demanda y precio de los
commodities generado principalmente por la demanda china. En la medida en que
la renta petrolera se dirigió principalmente hacia los sectores excluidos de la
población, se produjeron significativas mejoras en sus condiciones de vida. La
pobreza y la desigualdad se redujeron notoriamente, el acceso a alimentos,
servicios de salud, educación y seguridad social mejoró en términos
cualitativos.