Una encuesta publicada por el
periódico francés 'Le Figaro' el
reciente fin de semana, ha mostrado el arrastre inesperado que ha alcanzado Jean-Luc
Mélenchon, el candidato de la izquierda para las elecciones presidenciales francesas del 23 de abril. Mélenchon se sitúa en tercer lugar, detrás de los
favoritos, de la ultra derechista Marine Le Pen y del liberal centrista Emmanuel
Macron. Datos que constatan su inusitada
tendencia al alza en la intención de voto desde marzo.
Jean-Luc Mélenchon, nacido en Tánger
Marruecos, en 1951, fue miembro del Partido Socialista Francés (PS) desde 1976,
es electo concejal por Massy en 1983 y por Essonne en 1985, Senador en 1986
hasta 2004. Asimismo fue Ministro Delegado de Enseñanza Profesional de
2000 al 2002, junto al Ministro de
Educación Nacional Jack Lang, bajo el gobierno del Primer Ministro Lionel Jospin.
Siempre se adscribió al ala
izquierda del PS, hasta que en el
congreso de Reims de noviembre de 2008, decidió dejar el partido para crear el
Partido de Izquierda (PG)
Bajo la bandera del Frente de
Izquierda, una coalición que integra el PG, el Partido Comunista Francés PCF y
la Izquierda Unida, fue electo Eurodiputado
el 2009 y reelecto en 2014. Fue el candidato de esta coalición en la
elección presidencial del 2012, en la cual llegó cuarto a la primera vuelta,
con un 11,1 % de los votos. En julio de 2015 anuncia que se presentará
nuevamente en la elección presidencial de Francia de 2017, con ese objetivo crea el movimiento “Francia insumisa” en febrero de 2016. El próximo 23 de abril junto a otros diez
candidatos, disputarán la primera vuelta de las presidenciales francesas.
Mélenchon ha elaborado junto a un
gran equipo de profesionales, dirigentes
sociales y sindicales el Programa de Gobierno de la “Francia Insumisa”, que ha
divido en varios capítulos temáticos, que ha publicado y difundido a través de
Manuales, con los que ha realizado una
campaña participativa y activa con toda la sociedad.
En su programa aborda todos los
grandes temas de un gobierno: trabajo, comercio e industria, la francofonía,
bosque y silvicultura, pobreza y desarrollo, el derecho al agua, la educación,
el racismo y la discriminación, la migración y los derechos de los migrantes,
la geopolítica y la defensa, los
derechos de la población LGTBI, la planificación ambiental, la planificación y
la ruralidad, la energía especialmente energía renovable, la educación superior e investigación
científica, la justicia, el derecho a la salud como bien común, la igualdad de
género y derecho de las mujeres, la juventud, el transporte, y el programa Constituyente que plantea un tema crucial del Programa como es
el dar paso a la VI República con un cambio Constitucional, terminando con la “monarquía presidencial” para dar paso a un gobierno de las personas.
El eurodiputado defiende la concepción que "otra izquierda"
posible. Es el único de los candidatos
franceses en proponer una sólida
política de justicia social, su lema es unir a la gente para cambiar Francia, y se plantea
inequívocamente desde una postura progresista de izquierda, su plataforma la basa en una estrategia de
renovación democrática, republicana, de desarrollo
ecológico - eco socialista - de justicia
social, paz y finalizar con la llamada “austeridad” neoliberal, que no
es más que la negación de políticas sociales inclusivas. Según él, es posible derrotar a la derecha
desde una democracia económica, social y cultural, comprometida con los
derechos humanos, defensora del Estado Social y protectora de las mayorías.
En política internacional Jean
Luc Mélenchon es un hombre que reivindica la paz. Una de las propuestas más polémicas
del candidato de la “Francia insumisa”
es una eventual salida de la OTAN, si esa alianza no lo promueve la
construcción de un nuevo concepto de seguridad y de paz. Asimismo plantea la plasmación un nuevo orden
económico internacional más justo. La prioridad es la defensa de la soberanía
popular y de la independencia nacional con relaciones equilibradas con Alemania
y las otras potencia europeas y una búsqueda de acuerdos equitativos con Rusia.
La reivindicación de la vía
diplomática ha sido repetida
constantemente por el candidato
tras el bombardeo de Estados Unidos a Siria.
"Se puede tener la impresión que por la violencia se van a
solucionar los problemas. La experiencia reciente demuestra que esto no es
exacto. No se ha solucionado nada mediante la guerra, ni en Irak, ni en Siria, ni en Afganistán. En
consecuencia es mejor hablar que destruir". “En este contexto, en este polvorín en que se
ha convertido esta zona del mundo, el Presidente de Estados Unidos decidió, sin
consultar nada ni a nadie, sin ni siquiera respetar las formas constitucionales
de su propio país, intervenir sin ningún mandato, ni de la ONU y ni siquiera de
la alianza militar de marionetas que es la OTAN”, denuncia con fuerza.
Su mirada rompe esquemas respecto
a la política tradicional en Francia. Su
perspectiva es distinta de lo que han sido los últimos gobiernos: se trata de comprometer
al pueblo. Plantea que es una cuestión de ser capaces de hacer converger
las energías populares, sin pretextos
falsos. Se pregunta si la Constitución:
¿la cambiamos o no?, el TTIP: ¿votamos a favor o en contra?, el tratado europeo
que se está redactando, ¿lo paramos o no?
La riqueza, ¿se comparte o no? Según él estas son preguntas urgentes. Se trata de formar en la
base un bloque progresista que arrastre a la sociedad para decir que hay otro
futuro que los empleos de mierda y el sufrimiento en el trabajo. Y decir: “No,
señor Macron, el sueño que hay que proponer a la juventud no consiste en
convertirse en esos parásitos sociales que son los multimillonarios”. No hay
que gobernar más a corto plazo en
función de sus intereses políticos. Hay que reconquistar el largo plazo, lanzar
la planificación ecológica. ¡Partir a la conquista del mundo virtual, tomar por
horizonte el mar y el espacio!
Este hombre disruptivo, explica por qué el punto de partida de una política
progresista es el interés general humano ecológico con un actor nuevo, el
pueblo y un método, la revolución ciudadana. Desde hace un año que ha sometido su
programa al debate público con la
totalidad de quienes quieren apoyar su candidatura. ¿Qué más colectivo y más
abierto que eso?
Sus intervenciones son excitantes,
sin duda es el mejor orador de todos los candidatos en disputa, el que plantea
con mayor claridad el sentido de su gobierno y el futuro de Francia, es capaz
de reunir a miles de adherentes en las diferentes
ciudades de Francia, jóvenes y viejos, para decirles: “Los pueblos que nos observan
saben cómo nosotros, que lo que
iniciamos en Francia es para cambiar el
curso del mundo, en el momento en que estalla una inmensa crisis de
civilización, vinculada al hecho que el dinero destruye todo, tanto la
naturaleza como los seres humanos”.
“Aquí, el punto de partida es
primero que nada la necesidad de que haya intransigentes, que no se han
sometido, que no han aceptado el orden establecido…el hombre o la mujer que se
yergue contra las condiciones sociales tal cual son, el que va a socorrer al
que está abandonado en la calle, que participa en la acción sindical o que
resiste, como sea, en lugar de someterse a los golpes o a la desmoralización”. La
insumisión es la sal de la tierra, insistió.
“La fuerza que me empuja es la fuerza del
pueblo. No hemos hecho una campaña para un candidato, la hemos hecho por una
idea, la de trasformar a fondo las reglas del juego político de este país para tener
más democracia y refundar la nación junto al propio pueblo francés por los derechos en los
que se reconoce”.
Destacando el valor universal de
la idea de una revolución ciudadana, Jean-Luc Mélenchon manifiesta: “Si los
franceses y las francesas son capaces de hacer una revolución ciudadana y
retomar el control sobre sus vidas para poder retomar el control sobre la relación
que deben tener con la naturaleza, entonces todo el mundo es capaz de hacerlo”.
Sin duda, Jean-Luc Mélenchon se
ha convertido en la revelación de las elecciones francesas para este abril de
2017, las encuestas muestran su
permanente alza sobre sus principales rivales, lo cual lo ha colocado en el
centro de los debates. Es el candidato de
la rebelde Francia, sin duda, se ha transformado en el más creíble de la campaña presidencial. Esto evidencia la corriente dinámica que Mélenchon ha producido
hasta ponerse como el principal contradictor los candidatos de la
derecha y el centro liberal.
"Millones de personas hoy en
día, que tienen valores de izquierda
están optando por Mélenchon dice Olivier
Dartigolles, portavoz de la Partido Comunista Francés, PCF.
Esta es una situación sin
precedentes. La generación de una fuerza unitaria, social, políticamente
responsable, surgida del seno del pueblo, no de las elites intelectuales, no
del voluntarismo sino de la suma de esfuerzos y luchas de una Francia plagada
de grandes gestas revolucionarias. Este hombre se ha convertido en la esperanza
del pueblo francés que se para de igual
a igual frente a la que parecía imbatible ultraderecha de Marie Le Pen, para decir, hay otra posibilidad que caer en el caos, se
puede construir una nueva Francia democrática fraternal y libre, entre todos y para todos.
En la conclusión de su discurso
en Marsella, leyó un poema de Yánnis Rítsos, el gran poeta griego,
comunista, amigo de Neruda y Aragón:
“El sueño del niño, es la paz,
El sueño de la madre, es la paz,
Palabras de amor bajo los árboles...
Esta es la paz...”
Ver mayor información en: https://jlm2017.fr/
Ronald Wilson
Comisión Nacional de Profesionales
Partido Comunista
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