viernes, 17 de marzo de 2017

HOLANDA DERROTÓ AL MIEDO

El Trump holandés, Geert Wilders, quien aparecía amenazante en  la carrera por las elecciones en los Países Bajos,  finalmente fue derrotado.

Wilders había prometido cerrar todas las mezquitas, sacar a Holanda de la Unión Europea y prohibir el Corán. Tras el Brexit y la elección de Trump, el mundo entero estaba esperando ver si la extrema derecha continuaba su aterrador ascenso.

Pero, al final, los holandeses votaron para que la esperanza venciera al miedo. La expansión mundial de las políticas fascistas acaba de invertir su tendencia.

Miles de manifestantes por la democracia  se expresaron  en las calles para celebrar la larga historia de apertura y tolerancia de los Países Bajos.

Tres días antes de las elecciones, muchos ciudadanos aún no habían decidido cómo iban a votar. El temor  se apoderó los holandeses.  Por eso que miles de jóvenes recorrieron el país de arriba abajo entregando flores, escuchando a la gente y animandoles a votar contra el odio. Se realizó una campaña en que se enviaron correos y mensajes de texto a más de medio millón de personas para que salieran a votar.

Una de las razones  que alejaban a la gente de Wilders era su afinidad con Trump, por lo tanto la campaña en los últimos días se centró  justamente en no permitir que un  nuevo Trump se instalara en Holanda.  Los jóvenes se centraron  en las  zonas clave donde Wilders podía tener un apoyo más fuerte, publicando anuncios a toda página con una parodia del éxito de Hollywood La La Land que mostraba cómo Wilders transformaría los Países Bajos en Trumpland.

Finalmente,  miles de  ciudadanos salieron  a las calles de La Haya, París y Berlín para celebrar  y enviar una potente señal de advertencia a Marie Le Pen y a la Alternativa para Alemania (AfD) esta última la expresión de la ultraderecha alemana, que ha cosechado buenos resultados a costa de la CDU y también de la izquierda, con especial éxito en el estado  de Sajonia-Anhalt, donde ha logrado la segunda posición con el 24% de los votos.  El Euroescepticismo y xenofobia se dan la mano en un momento crucial, cuando Europa vive la crisis de los refugiados.  El llamado es que la juventud  va  a frenarlos en las elecciones de Francia y Alemania.


Con la amenaza del odio propagándose por todas partes, el mundo necesita  reaccionar a favor de la democracia y la libertad.   La responsabilidad de alzarse contra el odio, de defender los valores de unidad y tolerancia hacen a los pueblos  más fuertes. Pero, sobre todo, la responsabilidad de soñar con un mundo mejor.   Holanda se ha acercado un paso  más a ese sueño.


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