PROYECCIONES DE UNA CARACTERIZACIÓN
DEL FENÓMENO ACTUAL DE LAS MIGRACIONES
En los últimos años, la migración intrarregional ha adquirido
una relevancia antes desconocida. La progresión del proceso migratorio en Sudamérica,
para un futuro de cercano y mediano plazo, dependerá de los factores
propiamente migratorios, como de la situación política, económica y social en
los países de la región, especialmente en los países que originan emigración, y
de las restricciones o apertura de las fronteras interestatales para la
circulación de las personas.
Es altamente previsible que se mantengan las dificultades en
la situación económica de la región, principalmente en términos de crecimiento,
de empleo y de impacto sobre los segmentos más vulnerables y perjudicados de
cada país, factores que continuarán siendo uno de los elementos principales de estimulación
para la movilidad humana. En la Región dependemos en gran porcentaje del
escenario económico mundial, y en este aspecto no se vislumbran cambios a corto
plazo, en la medida que continúe la crisis de la guerra en Ucrania, la
situación de vulnerabilidad que vive China y la permanente situación de
inestabilidad política y estratégica en Corea, elementos que inciden sobre las
cadenas de suministro, generando un efecto inflacionario sobre los precios de
los combustibles y ciertas materias primas esenciales.
Los grupos migrantes, especialmente aquellos que se desplazan
como consecuencia de la crisis económica, comienzan como migrantes pobres y se
encuentran en sus países de destino en una condición de igual pobreza y
vulnerabilidad.
Además de la crisis económica y social existente, en los
últimos años vemos que ha surgido una peligrosa crisis política que pone en
peligro la estabilidad democrática. Situaciones como la de Brasil, con la
reacción violenta de los sectores ultraderechistas que fueron capaces de asaltar
las sedes de los tres poderes del Estado, demuestran la fragilidad democrática
del Brasil. La situación en Perú es particularmente peligrosa, posterior a la
errada acción Castillo y la posterior violencia represiva de Boluarte, Perú ha
entrado en espiral de enfrentamientos violentos fundamentalmente en las zonas
más empobrecidas, lo que puede generar un resurgimiento de sectores terroristas
(Sendero Luminoso, MRTA) que después de la represión de Fujimori, han estado en
inacción, pero no desaparecidos, y pueden perfectamente reaccionar y volver a
actuar con el mismo fanatismo del pasado. Una situación de conflicto en Perú puede
traducirse en una nueva oleada de migración de ese país a Chile.
Los antecedentes estadísticos disponibles indican que durante
2022 continuarán los flujos migratorios que se han manifestado antes y durante
la pandemia. En este contexto
internacional, es posible que la migración venezolana disminuya, en la medida
que la situación interna venezolana tenga un respiro, en la medida que se
concrete la venta de petróleo a EEUU y Europa.
Fuera de estos factores, es fundamental incorporar en
cualquier análisis migratorio futuro la creciente crisis ambiental. La
migración ambiental es ya una realidad en muchos países del mundo, y en nuestra
región los efectos del cambio climático acelerado, será un elemento generador
de movilidad humana.
No obstante que el cierre de fronteras, producto de la
pandemia en el período 2020-2022, no significó la clausura definitiva de los
flujos migratorios, éstos derivaron hacia procedimientos y trayectorias no
reguladas, de manera que en el período señalado se incrementaron los
inmigrantes ilegales o indocumentados que intentaron llegar a sus países de
destino.
Es altamente previsible que, reabiertas las fronteras al
flujo de personas y bienes, las corrientes migratorias anteriores a la
pandemia, vuelvan a manifestarse con la misma e incluso con mayor intensidad,
sin perjuicio de la incidencia de las crisis económicas que afectan a las
naciones latinoamericanas.
En nuestro país seguirá presente el ingreso irregular de
migrantes, por la frontera particularmente extensa que tenemos, y aunque se fortalezcan
las medidas preventivas, incluso con la presencia de la FFAA, el ingreso
irregular podrá disminuir, pero no desaparecerá. Por eso, que a futuro es fundamental que desde
las políticas públicas migratorias se dé solución realista a la regularización migratoria,
que permita la incorporación plena de los migrantes a la actividad del país.
El actual escenario migratorio y humanitario en ALC es una
oportunidad para la coordinación regional y subregional y la acción de los
organismos internacionales. Con gobiernos como el de Lula en Brasil, Petro en
Colombia, Arce en Bolivia, Fernández en Argentina, Boric en Chile, y un Maduro
más razonable, la posibilidad de diálogo y colaboración en el plano migratorio
de hace más posible.
La cuestión migratoria, es un asunto de interés común para la
región latinoamericana, no solo desde el punto de vista de la urgencia presente
producida por las crisis políticas, socio-económicas y ambientales, sino porque
en el futuro es altamente previsible que se repitan escenarios similares de
migración forzada, allí donde se combinen dificultades materiales y económicas,
crisis socio-políticas y crisis ambientales.
Es un asunto de interés común que abre la posibilidad de soluciones
compartidas, desde una perspectiva multilateral y bilateral.
Ronald Wilson
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